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¿Cómo buscar escuela?
La escuela es el lugar donde los chicos harán sus amigos, aprenderán valores y vivirán experiencias que quedarán para siempre en sus recuerdos. Por eso es tan importante pensar bien antes de elegir en cuál inscribirlos.
Algunas preguntas para pensar y conversar antes de comenzar la búsqueda: ¿Queremos darle a nuestro hijo una enseñanza laica o religiosa? Y si optamos por darle formación religiosa... ¿queremos que ésta sea dada en casa, en una institución extraescolar o dentro de la escuela?
Otra pregunta básica: ¿privada o estatal? A diferencia de lo que suele suponerse, esta decisión no siempre se relaciona con el poder adquisitivo. Muchos padres prefieren que sus hijos se relacionen con chicos de todas las extracciones sociales y económicas. O, por su ideología, adhieren a una educación estatal, y eligen darle la formación complementaria de idiomas, computación o deporte en los talleres optativos que muchas ofrecen o fuera de ellas. Por el contrario, otros papás prefieren que sus chicos se relacionen con otros niños de familias similares a la propia, de su misma religión, ideas o valores.
Además de privada o estatal, laica o religiosa, también hay otros criterios. Hay escuelas de disciplina más rígida o más flexible, distintas formas de concebir el proceso de enseñanza-aprendizaje, colegios pequeños que recién comienzan su proyecto y grandes escuelas donde funcionan jardín, primaria y secundaria desde hace muchos años; escuelas que privilegian un aspecto en la enseñanza que brindan (un idioma, religión, tradiciones, arte, deportes).
También hay colegios que aceptan chicos con discapacidades, por ejemplo un chico sordo o con alguna dificultad motriz, lo que hace que aprendan desde pequeños a aceptar capacidades diferentes y que puedan ayudar a quienes lo requieren. Hay colegios donde se da la participación activa de los papás, ya sea en actividades conjuntas con sus hijos, muestras de arte o ciencias o reuniones periódicas con los maestras.
Lo más conveniente es llamar para pedir una entrevista con la dirección. No hay por qué sentirse mal por preguntar: incluso es bueno ir con una lista de inquietudes anotadas para no olvidarnos nada. Probablemente nos lleven a recorrer la escuela y conocer sus distintos ámbitos. Si no lo hacen, es un derecho pedirlo.
Algunas preguntas posibles:
¿Cuántos chicos hay por grado?
¿Qué pasa cuando un chico se porta mal en clase? ¿Quién establece las normas en el aula? ¿Los chicos tienen alguna intervención en la confección de estas pautas de convivencia? (hay escuelas en las que ellos mismos establecen las normas por medio de discusiones en "asambleas"; en otras lo hace la dirección) ¿Hay reglas puestas por parte del establecimiento?(por ejemplo, en algunas escuelas los chicos no pueden llevar golosinas ni llamar a sus casas aunque lo soliciten, y en otras sí)
¿Dan tarea para hacer en casa? ¿A partir de qué grado?
¿Hay biblioteca? ¿Cómo es el acceso de los chicos a ella? ¿Cuál es el lugar de la lectura en el colegio?
¿Qué actividades extracurriculares hay y cuál es su carga horaria? ¿En dónde desarrollan las actividades deportivas?
¿Cómo se manejan cuando un chico presenta dificultades para aprender? ¿Hay maestros recuperadores o algún apoyo especial?
¿Se utilizan libros de lectura o manuales?
¿Hay actividades de aprendizaje en grupos? ¿Cuáles?
¿Cómo son las pruebas o evaluaciones?
Vale la pena ir a diferentes escuelas y comparar, para pensar cuidadosamente la elección ya que cada chico tiene sus particularidades: algunos tienen inquietudes artísticas; otros,facilidad para los deportes. Algunos necesitan más tiempo en casa y pueden estar mejor en una escuela de jornada simple y otros, "con pilas para rato", estarán mejor en una más exigente.
La elección de la escuela es una decisión muy importante para dejarnos seducir por modas o "renombres". Para eso, lo más conveniente es conversar entre la mamá y el papá sobre lo que queremos y buscamos, ir juntos a la entrevista y tomar la decisión evaluando las variables posibles.
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